IA vs IN

INTELIGENCIA ARTIFICAL vs. INTELIGENCIA NATURAL

¿Cuál es la lucha que se ha establecido entre las inteligencias, hablando de la inteligencia artificial (IA) vs. inteligencia natural?

Decimos lucha, porque ambas inteligencias, si es que podemos llamar inteligente a algo artificial, dirimen un combate a última sangre, dentro del ser humano, sin que este lo perciba.

En general no logramos darnos cuenta de la disputa que estamos analizando, pues, la IA es una herramienta disponible públicamente que permite acelerar los tiempos de respuesta.

Me explico: para obtener información sensorial, es más rápida y eficiente que la búsqueda a través de los recursos naturales que tenemos como humanos.

Surge esta posibilidad debido a la acumulación de información que hoy día existe en Internet, en forma digital, de otra forma el mecanismo de la inteligencia artificial hubiera sido un fracaso. A tal punto que cada vez que una persona agrega algún texto a internet, la IA lo captura, lo procesa, lo compara, lo coloca en las estadísticas matemáticas, calcula las probabilidades, relaciona y combina algoritmos, para obtener un resultado satisfactorio para un humano sensorial. Queremos decir con sensorial, una persona que basa su vida, sus decisiones, sus gustos y caprichos, dolores y placeres según la información que reciben sus cinco sentidos físicos.

En cambio una persona intuitiva, emocional, anímica y espiritual, sin desechar los nervios craneanos, consigue otro tipo de información.

La cual no se encuentra en la mente muerta de las redes sociales, los blogs, las web, en fin las diferentes plataformas y apps.

Esto no excluye el uso de la IA a las personas intuitivas y espirituales, pues, normal es, que deberán adaptarse a las formas sociales de la vida contemporánea, ya sea por su trabajo que le permite obtener el dinero para cubrir las necesidades básicas, o también para inspirarse en motivadores textos, imágenes, videos y audios.

Así que arriesgando el ridículo podríamos clasificar a la humanidad de esta época en dos facciones bien delimitadas, diferenciadas y quizás viviendo en las antípodas de la concepción terrestre: una facción son los dependientes de la IA, los que utilizan esta herramienta para la toma de decisiones en forma permanente y otra los que utilizan su inteligencia natural para llevar adelante sus acciones. En fin, se dividió la sociedad según quien va ganando la guerra dentro de la misma persona, la IA o la IN (inteligencia natural).

Las herramientas, eso son: herramientas, depende del uso que se le da, el resultado obtenido.

La inteligencia es una capacidad del intelecto para resolver situaciones nuevas.

Estas situaciones que comparecen en forma espontánea, debido a las diferentes variables que balancean la vida, al ser noveles, deben ser resueltas con no menos noveles ideas, razonamientos, intuitos o descubrimientos azarosos.

La historia del planeta nos demuestra que estas cuatro cosas: idea, razón, intuición y azar, juegan un rol determinante en la evolución humana.

La mayoría de los descubrimientos que han cambiado el mundo han sido producto del azar, de la fortuna, de la Diosa Moneta de la antigua Roma imperial.

Por ejemplo el Carbono que es el inicio y fin de la vida organica en un continuo reciclaje, su formula -el famoso anillo- fue descubiera en sueños por Kekule.

O sea que podemos agregar al azar, el método, en este caso fue un sueño, otro engima, y una facultad que no podrá jamás tener la IA.

Los sueños reales, son la consecuencia de un cerebro humano trabajando en equipo con la conciencia, la psiquis y el alma.

El resultado es un “avance” o “retroceso” en el devenir de una especie, en este caso la especie humana.

La IA generó y generará infinidad de paradojas humanas.

Podemos “recomendar” el libro “Oxímoron, Paradojas y Dilemas Humanos” de Juan Pedro Escudero del Rey, con el motivo, de que tal libro, permite al lector profundizar en sus propias reflexiones y conclusiones al respecto. El lector es el que determina el contenido del libro. El texto es solo una guía para poder hacer aflorar el talento del que lo lee.

Para finalizar pasemos a las evidencias.

Analicemos la formación de los seres humanos según dos aspectos: 1- el uso y dependencia de la IA, 2- el azar.

Ciertas funciones del cerebro humano y del corazón se van atrofiando a medida que la IA responde por ellos, en base a estadísticas azarosas.

La línea de pensamiento se hace mecánica, predecible y por sobre todo aburrida, metódica, diríamos hasta muerta. Aquí vemos al azar interviniendo, pues las estadisitcas siempre tienen una o varias excepciones, de otro modo no serían estadisicas o análisis de probabilidades, ya ase arreglos, permutaciones y combinaciones, tres figuras matemáticas de las cuales la IA depende.

En las personas que han decidido moderar y usar estrictamente en forma necesaria la IA, para “sobrevivir” en la selva de las relaciones humanas, entonces el cerebro y el corazón no solo mantienen su estructura, sino que empiezan a potenciarse, y se generan los dos grupos que hemos dicho anteriormente.

Aquí aparece otra área o facultad, estamos hablado de la predicción, la profecía, la vista larga.

Tú lector ávido de conocer el futuro, ¿qué supones o predices que pasará?

Si le preguntamos a la IA responderá que a nivel tecnológico y sensual habrá un avance sin precedentes, una revolución, como lo fue el descubrimiento del fuego, o la electricidad, o la misma industria, y más aquí en el tiempo la internet.

Si le preguntamos a un partidario de la facción de usar la IA en forma moderada o casi nula, responderá que en breve se diferenciarán cada vez más las facciones, y que el mundo, será placentero solo a aquellos que renunciaron a tomar decisiones basadas en las estadísticas muertas de la IA.

Que, por cierto, tales estadísticas asombran a los incautos que desconocen las fórmulas matemáticas de la probabilidad.

Es casi obvio que el cerebro y corazón humano dirigidos por la intuición, la emoción superior, el intelecto iluminado por una razón lógica permite dominar la IA.

No es menos obvio, que un cerebro y corazón consumido o mejor dicho anulado por la IA, es dominado por la misma IA. O sea, la máquina supera al hombre, porque la batalla o guerra interior ha sido ganada por ella.

Vamos nuevamente a la evidencia, observemos los niños que están siendo reclutados insistentemente por los creadores y cultivadores de la IA, su razonamiento y pensamiento es lineal, tan predecible como la misma IA, de ahí que son fácilmente influenciables, manipulables y programables. Por lo tanto, aparecieron estas tres “profesiones” en las redes sociales: los influencers que manipulan y a su vez son manipulados, y los programadores que claramente programan comportamientos humanos, ya que un programa o aplicación de smartphone no es otra cosa que una programación en las actitudes, decisiones y acciones de una persona.

Según en que grupo quiere estar, es como debes relacionarte con la IA.

Si quieres estar en la facción de los ultra defensores y usadores de la IA, solo tienes que plegarte a su uso al 100%.

Si quieres estar en la facción de aquellos cuyo cerebro, corazón, alma y espíritu sigue creciendo y evolucionando, independizados de la estadística, entonces debes adoptar ciertas conductas, las cuales se requiere disciplina, voluntad, esfuerzo y por sobre todo humildad.

Algunas de ellas pueden ser: leer libros físicos de pensadores y observadores de la vida humana, ya sea novelas, ensayos, ensayos filosóficos, cuentos, arte, ciencia empírica, etc.

Darle importancia a las necesidades básicas e imprescindibles para la vida humana: comer, cocinar, ir al baño, asearse, conversar, dialogar, pasear, caminar, trotar, hacer gimnasia, cultivar, cuidar animales, ejercer algún arte, inspirarse, en fin aplicarse en las virtudes humanas: diligencia, humildad, altruismo, paz, templanza, alegría por el bien ajeno, cosas que se reúnen en una sola palabra: AMOR.

Palabra que jamás podrá experimentar la IA.

A la facción que sea, que tu elegirás, no es muy importante, pues la vida universal continua su viaje casi impertérrita de nuestra pequeñez.

Solo habrá una diferencia abismal entre ellas, diferenciadas por una sola cosa: el AMOR.

Única cosa que te puede hacer grande como el mismo Universo.